¿Cómo abordo esta entrevista?
En realidad nada segura, hay
una clara diferencia entre esta y las dos anteriores. Sigo queriendo saber más,
mucho más, pero…
Todo es más intimo y personal, tengo una lucha interna entre
lo que quiero y lo que debo preguntar, lo que sería adecuado poner públicamente
y lo que no, lo que vosotras querríais saber y lo que preferiríais que hubiera
seguido oculto.
He decidido que voy a dejarme llevar y hacer lo que me
apetezca en cada momento, si me paro a pensar todo será ficticio y quiero algo
natural.
Sé que vosotras también queréis algo real.
¡Empezamos!
Virginia: Muy buenos días, encantada de poder hablar contigo de nuevo.
Amo: Buenos días Virginia, un placer nuevamente.
Virginia: Me resulta muy difícil esta tercera entrevista, quiero saber muchas más cosas de ti pero temo ser demasiado curiosa, si ves que me desvío de la línea me echas una mano, ¿de acuerdo?
Amo: ¿Cojo una fusta y si te desvías te doy con ella?
Virginia: Vale… Perdón, digo, ¡no! (Uf, empezamos bien)
Amo: Je je je.
Te dije hace tiempo que tenías vía libre… Por ahora.
Virginia: Esta vez no te preguntaré si has visto los comentarios de la segunda entrevista porque sé que algunos al menos sí los has leído. ¿Contento?
Amo: Halagado.
Virginia: Hay uno con el que no estás de acuerdo y que además se repite bastante. Cuando dicen que no podrían ser sumisas porque no son muy dadas a acatar órdenes. ¿No opinas lo mismo?
Amo: No. No tiene nada que ver.
Una de mis sumisas era una alta ejecutiva de una empresa que daba miedo, y una vez educada fue muy obediente y servicial, muy buena sumisa.
Virginia: Te pregunto algunas dudas que han surgido por tus respuestas en la anterior entrevista: dices que pones una M cómo señal de propiedad, ¿por qué una M?
Amo: Marques.
Virginia: ¿Es tu apellido?
Amo: Uno de ellos.
Virginia: ¿De donde eres?
Amo: Sevilla, capital.
Virginia: A raíz de la pregunta, si llamas a tu sumisa y tiene trabajo, familia, etc. Me preguntan lo siguiente: ¿tendrías una sumisa casada o con compromiso?
Amo: La he tenido y sí, la tendría.
Virginia: Entonces me surge una duda… Si azotas con palas y demás…
¿No quedan marcas?
Amo: Claro que quedan, eso es lo que se busca, pero si tienen pareja o están casadas hay que someter de otra forma.
Y jugar de otra forma.
Virginia: ¿Y si a la sumisa lo que le gusta es eso, que la azotes?
Amo: Entonces hay un problema, porque si le gusta eso pero no se puede hacer, hay un problema.
Virginia: Imagino que tendrá que ser ella quien busque la solución, ¿o no?
Amo: No, la solución la buscamos los dos, no voy a dejar a los pies de los caballos a mi sumisa.
Pero está claro, que tampoco la voy a poner en peligro de alguna forma a ella.
Virginia: Me doy por satisfecha con esta respuesta, entiendo que es importante siempre la sumisa y sus circunstancias, y que ambos os adaptáis a ellas.
Amo: Por supuesto.
Virginia: No has tenido problemas hasta ahora de celos entre sumisas, según nos has comentado, pero... ¿Si lo tuvieras, cómo lo solucionarías?
Amo: Que vieran lo que cada una significa para mí, que ambas son igual de importantes y no tienen motivos para ello, hacerles ver que serían tontas si eso fuera así y por supuesto que cada una lo sienta.
Creo que el no haber tenido problemas aún es que ellas han sentido que son especiales, además de haberse llevado bien entre ellas, y para ello, elijo y observo a mis sumisas mucho tiempo antes de ser mis sumisas.
Virginia: Me gustaría saber más sobre técnicas, prácticas y castigos, lo que son para ti, lo que sientes. ¿Puedo preguntar?
Amo: Sí.
Virginia: Lo primero. ¿Qué es para ti el BDSM?
Amo: Un estilo de vida, tanto personal como sexual.
Virginia: ¿En qué se diferencia, principalmente, de quien no practica el BDSM?
Amo: En que su vida sexual y gustos son diferentes, pueden ser dos personas parecidas, pero con inquietudes distintas.
Virginia: He visto algunos vídeos para conocer algunas prácticas sexuales dentro del BDSM y en la mayoría se practica sexo oral pero de la sumisa hacia el Amo, creo que no he visto ninguno en el que el Amo le haga un cunnilingus a su sumisa. Imagino que practicas ambas cosas, ¿no?
Amo: Sí, ambas cosas, me gusta saborear, pero uso más que me la chupen que chupar, yo claro está, estimulo de otras formas, pero sí, me gusta comer.
Virginia: No es lo mismo que te la chupen que follar la boca. ¿Qué es más habitual? ¿Qué te gusta más?
Amo: Ambas cosas las hago en un mismo momento, me dejo chupar y cuando mi nivel de excitación es mayor, follo la boca.
Luego vuelvo a ordenar que me chupen y así, me gusta jugar.
Virginia: Dices que usas más el que te chupen pero que estimulas de otras maneras.
¿De qué maneras?
Dame algún ejemplo.
Amo: Hablando, acariciando, ordenando, apretando... ¿De qué sirve estar seca y que te chupen? prefiero chupar cuando se está ya mojada, incluso azotando y tirando del pelo.
Una buena excitación con palabras o acciones hace milagros en el sexo femenino.
(¿Alguna de vosotras sigue seca? Yo hace tiempo que estoy mojada. ¿Será el calor?)
Virginia: Entiendo.
También he visto mucho lo del disfraz de colegiala o de niña, lo que se llama Age play, es decir juegos de edad, entiendo que en el BDSM, no solo es ponerse un disfraz sino que va más allá.
Amo: Va más allá, aunque ese más allá a mi no me convence particularmente.
Si, he jugado al tema colegiala y no al tema disfrazar de niña o algo así, no es lo mío, aunque hay chicas que les gusta hacer de niña.
No es un juego que me guste mucho, prefiero otros.
Me gustan más las mujeres, mujeres, que una colegiala y por supuesto que una niña, no me atrae.
Pero existe.
Virginia: Me parece una respuesta genial.
Amo: Respeto a quien le gusta y, prefiero se usen esos juegos a otras cosas pero, como dije hace mucho, me gusta dominar a mujeres seguras y femeninas, con lo que no me llama mucho ese juego.
Virginia: En las anteriores entrevistas comentaste que, entre otras cosas, ser Amo era llevar el control, que te gustaba el dolor sexual y también la humillación.
Amo: Sí.
Virginia: ¿Qué práctica destacarías de las que tú utilizas para la humillación?
Amo: Que me sirva, que sea mi perra, que esté a mis pies, etc. etc.
Virginia: Cuando hablas de que "sea tu perra". ¿Te refieres a que se comporte como una perra?
Amo: Sí.
Virginia: Podríamos hablar aquí de otra técnica, el Animal play, considero que esta práctica tiene mucho de humillación, no solo es hacer el perrito.
Amo: Mucha parte de humillación.
Virginia: ¿Cómo sería una sesión de Animal play? Es decir…
Una persona que no sabe nada de BDSM puede haber jugado en casa a este tipo de juegos… Caminando de rodillas y chupando como si fuera un perrito, tengo claro que eso no sería animal play en tu caso. ¿Qué más tendría que hacer?
Amo: Comer de un comedero, no hablar como una persona, y tener una cola introducida analmente, por ejemplo.
(Me gustaría explicar para quien no lo sepa, que cuando dice tener una cola introducida analmente se refiere a un plug anal del que sale una cola de pelo)
Virginia: ¿A qué te refieres con no hablar como las personas?
Amo: No hablar, solo gemir, solo andar, solo obedecer.
No hablar.
Virginia: ¿Ladrar, gruñir, maullar?
Amo: Por ejemplo.
Virginia: Y durante ese juego… ¿Hay algo sexual? ¿O solo es mantener esos roles?
Amo: Hay algo sexual.
Es interesante follar a cuatro patas a mi perra mientras levanto y juego con su cola introducida analmente.
O que mi perra me lama.
Virginia: Cuando dices que te sirva, ¿a qué te refieres?
Amo: A que me sirva la mesa o haga de mesa por ejemplo.
Virginia: Eso es humillación física, ¿también te gusta la humillación mental?
Amo: Es en parte mental.
Para hacer la humillación debes estar seguro de la fuerza de la sumisa, puedes hundirla si no.
Virginia: Sí, eso creo yo también.
¿Qué sientes cuando una sumisa te chupa los pies?
Amo: Siento orgullo, es entrega de mi sumisa, poder sobre ella y una forma de mostrarme su sumisión.
Virginia: ¿Qué otras formas de humillación practicas?
Amo: Lenguaje, tortas, saliva…
Virginia: ¿A qué te refieres con saliva?
Amo: Escupir.
Virginia: ¿Dónde te gusta escupir? ¿Te gusta que te escupan?
Amo: Me gusta me escupan en la polla mientras me la chupan.
Me gusta escupir mientras follo, culo, coño, boca.
Virginia: Seguramente de lo que más se ha oído hablar en cuanto a técnicas BDSM es del bondage, hay un sin fin de libros de literatura erótica que lo tratan y, de hecho, forma parte de sus siglas.
Pero en el bondage hay muchos niveles, desde atarte las muñecas a hacer verdaderas obras de arte.
¿Qué me dices de esta práctica?
Amo: Que se hacen autenticas obras de arte y que puede ser muy placentero follarme a un cuerpo atado.
Virginia: ¿A qué nivel estarías tú?
Amo: No soy un experto, pero sí se hacer algunas cositas.
Virginia: ¿Qué tipo de ataduras haces?
Amo: Principalmente brazos, piernas y pechos, también el pelo con alguna extremidad.
Virginia: ¿Te refieres a que atas una extremidad con el pelo?
Amo: Sí.
Virginia: Dices que puede ser muy placentero follarte un cuerpo atado. ¿De qué manera es placentero para la sumisa?
Amo: El BDSM mucho es sensaciones, y una sumisa adora sentirse presa y sentir que la dominan.
Muchas mujeres dicen que les gustaría estar en una cama y que un hombre hiciera con ellas lo que quisiera, pues imagina si ese hombre es tu Señor y estás atada a su merced, para él.
Virginia: ¿Podrías decirme algunas prácticas que se usen exclusivamente en el BDSM?
Amo: Azotes con instrumentos, por ejemplo.
Virginia: ¿Qué instrumentos?
Amo: Palas, fustas, varas, látigos...
Virginia: En la primera entrevista dijiste que usas electro a veces. ¿Me podrias explicar un poco esto?
Amo: Son pequeñas descargas.
Hay como tasers, pero con menos potencia que dan pequeñas descargas.
Virginia: ¿Descargas dónde, por el cuerpo o en pechos y genitales?
Amo: En cualquier parte.
Virginia: Ya hemos comentado varias prácticas si te parece hablaremos un poco ahora de los castigos.
Amo: Sí.
Virginia: Antes de nada quería preguntarte algo. Cuando el Amo castiga a su sumisa, no por juego, sino porque ha hecho algo mal se piensa, al menos en la literatura es así, que el Amo disfruta, yo tengo mis dudas. ¿Cómo te sientes tú cuando tienes que castigar a tu sumisa?
Amo: Me siento mal. Castigar a mi sumisa por hacer algo mal es un fracaso personal también por no educarla correctamente.
No la castigo porque haga algo que no quiero que haga si lo desconoce, la castigo por otras cosas.
Virginia: Por lo tanto eso ya responde la pregunta que me han hecho algunas lectoras. ¿Te gusta que se resistan para poder castigarlas?
Amo: No. Como te he dicho, los castigos es señal de que algo ha ido mal.
Me gusta se me resistan porque me gustan doblegarlas, superar su resistencia y usurpar su cuerpo a mi antojo.
Virginia: Comentaste en la anterior entrevista que no eras mucho de castigos físicos porque a tu sumisa le gustaba.
Yo me pregunto, eso de diez latigazos y contar mientras te azotan, ¿No sería castigo, sería placer? ¿O tan solo es literatura?
Amo: Para una chica que le gusta el dolor, los azotes no serían castigo, para una sumisa que no es proclive a ellos, sí es castigo.
Virginia: A ti te gusta el dolor, no como castigo, sino como método para el placer.
Amo: Sin duda alguna, SÍ.
Virginia: ¿Puedes explicarme algo de lo que haces?
Amo: Sé más clara.
Virginia: Supongo que irá más allá de poner unas pinzas en los pezones y dar unos cuantos azotes.
Amo: Sí, mucho más.
Virginia: ¿Podrías especificar un poco? ¿Qué utilizas?
Amo: Gatos, fustas, varas, palas, látigos.
Virginia: ¿Algún objeto favorito?
Amo: Fusta, gatos y varas.
Virginia: ¿Qué es caning?
Amo: De mis favoritos. Usar varas para azotar.
Virginia: Explícame.
Amo: Pues es un instrumento de castigo. A mí me gusta usar las típicas varas que hay en cualquier vivero para plantas.
De diversos grosores y azotar fuerte.
Virginia: Uf, pero eso tiene que doler mucho, ¿no?
Amo: Duele como tantas otras cosas.
Virginia: ¿Solo se usa como método de castigo porque ha hecho algo mal, o en el juego?
Amo: No, y como método de placer si te gustan los azotes y te excitas con ello.
Virginia: Entiendo y, ¿te gusta más que azotar con látigos palas, gatos y demás?
Amo: Es diferente.
Diferente dolor y sensación en el cuerpo. Pero sí es cierto que cuando quiero dibujar en el cuerpo es mejor con las varas y me gusta ver el dibujo luego.
Virginia: ¿Es un dibujo que hagas a conciencia, o simplemente ver el resultado después?
Amo: A veces dibujo a conciencia otras solo me dejo llevar.
Virginia: ¿Qué sientes al ver el cuerpo de tu sumisa dibujado por tus azotes?
Amo: Placer y orgullo.
Virginia: ¿Por qué orgullo?
Amo: Orgullo porque mi sumisa disfrute con ello al igual que yo.
Virginia: ¿Estás orgulloso de ella entonces?
Amo: Y de mí por lo que provoco.
Virginia: ¿Cuál consideras el castigo más duro?
Amo: El más duro, es repudiarla o liberarla.
Virginia: Vamos a otras cuestiones si te parece y ya vamos acabando.
¿Hay una edad para iniciarse como Amo?
Amo: No, pero debes tener un buen maestro y ser aplicado y que te apasione, puedes hacerlo a los 20 o puedes hacerlo a los 40.
Yo fui el más joven del círculo.
Virginia: ¿Tú tuviste un maestro que te enseñó a ser un buen Amo?
Amo: Sí.
Virginia: Dejaré este dato aparcado por el momento.
Esta pregunta me la ha hecho una seguidora. ¿Un chico de veintisiete años, puede ser un Amo con experiencia?
Amo: Como poder, puede, pero que me cuente desde cuándo lleva, cómo ha aprendido, etc, etc.
Yo con 25 empecé con esto y a los 27 aún me quedaba mucho por aprender.
Virginia: Una chica que piensa que puede ser sumisa, tiene un primer encuentro y se echa atrás. ¿Quiere decir eso que no es una buena sumisa?
Amo: No, quiere decir que tiene dudas y que no está segura, además de que el Amo en cuestión no le ha llenado.
Virginia: Una sumisa puede parar una sesión en el momento que quiera, ¿no?
Amo: Tiene su palabra de seguridad.
Virginia: Tengo entendido que hay diferentes tipos de Amos.
Hay algunos Amos que se llaman spankers. Si no he entendido mal, significa que solo azotan, ¿es correcto?
Amo: Sí.
De hecho no tiene ni por qué ser Amo, ser alguien que simplemente se excita azotando
Virginia: ¿Sin someter quieres decir?
Amo: Exacto.
Virginia: Y es lo mismo para las sumisas que se hacen llamar así, solo azotes, nada de humillación y demás, ¿no?
Amo: Correcto.
Virginia: ¿Qué tipo de Amo serías tú?
Amo: Sádico, humillante, que busca dolor y muy muy autoritario.
Además de morboso y algo liberal.
Virginia: ¿Por qué da tanto miedo la palabra sádico?
¿Crees que hay que temerla?
Amo: Hay Amos más sádicos que yo, usan agujas, electricidad, etc.
Si la palabra sádico la temes lo mismo no sabes bien qué es, y si desde primera hora te atrae ve a buscarla.
Virginia: ¿Puedes explicarme qué es?
Qué es para ti.
Amo: Que te gusta el dolor y el placer, mezclarlo y conseguir un buen orgasmo a través de ello.
Virginia: Claro, es que ese no es el concepto de sádico que tenemos los demás.
Amo: El concepto de sádico de dolor por dolor y sufrimiento no es BDSM.
Virginia: Entiendo.
Para terminar ya, te preguntaré algo que se me ha quedado pendiente anteriormente...
¿A qué edad comenzaste a actuar como un Amo?
Amo: Desde los veinticuatro, aprendiendo.
Virginia: ¿Cómo aprendiste, solo o alguien te enseñó?
Amo: Me enseñó un Amo concretamente y otros con los que me reunía.
Virginia: ¿Cómo se aprende a ser un buen Amo, con las sumisas de otros Amos?
¿Me puedes explicar un poco el proceso?
Amo: Pues veía sesiones, participaba, observaba comportamientos.
Pero es my importante, mucho, saber leer en la sumisa para saber llevarla.
Virginia: ¿Mientras aprendías tenías a tu sumisa?
Amo: No.
Virginia: Imagino que saber leer a tu sumisa también es algo que se debe aprender.
Amo: Sí, con el tiempo.
Virginia: Cuándo veías sesiones y participabas, ¿ese Amo te decía lo que tenías que hacer o simplemente dejaba que observaras?
Amo: Que observara y me iba explicando y aleccionando.
Virginia: ¿Dejaba que actuaras como dominante con su sumisa?
Amo: Sí.
Virginia: ¿A qué edad tuviste a tu primera sumisa?
Amo: Veintisiete.
Virginia: Tres años aprendiendo. ¿Estabas seguro con esta primera, te veías preparado?
Amo: Muy preparado.
Virgina: Bien, hemos terminado.
Hasta aquí han llegado las entrevistas con este Amo que nos ha cautivado a todas, creo que ya hemos abusado bastante de su amabilidad.
Para mí ha sido una experiencia maravillosa llena de sensaciones, espero tener ocasión de que hablemos de nuevo.
Muchas gracias por todo, Señor.
Amo: Ha sido un placer para mí, señorita.
Me gusta el sexo y el BDSM, me gusta hablar de ello, sobre todo con alguien educado y respetuoso. Se nos ve como gente rara, pero somos personas normales con unos gustos sexuales determinados y buscamos a gente que tenga esas inquietudes y, te sorprenderías de la cantidad de personas que una vez se libera, va a más y se sorprende con lo que disfruta.
Espero que tus lectores/as hayan visto que no somos enfermos mentales, ni tenemos traumas cómo Grey.
Ha sido un placer pasar este tiempo contigo y tus lectores/as y espero seguir disfrutando de tu amistad y sigamos hablando de algo tan placentero como el sexo y el sexo sádico.
Me voy de vacaciones a Mallorca unos días, pero estaré disponible cuando vuelva, Virginia.
Creo que todas hemos aprendido mucho con estas entrevistas, conocemos mejor este mundo a menudo muy criticado y rechazado.
Yo, podría destacar dos cosas:
Primero: No considero a la sumisa una mujer pusilánime y sin personalidad, al contrario, pienso que una sumisa es una mujer fuerte y valiente que ha descubierto su forma de encontrar placer y sentirse a gusto consigo misma y en lugar de rechazarlo por miedos y tabús, ha ido a por lo que la hace feliz.
Segundo: Respecto al Amo.
No sé en realidad qué esperaba encontrar la primera vez que le entrevisté, estaba bastante nerviosa, ya lo sabéis. Hoy, después de tres entrevistas y conocerlo un poco mejor, os diré lo que me parece… Es educado, inteligente, amable y respetuoso, alguien que con solo una frase puede hacer que te pongas caliente como una perra, es así, sé que a vosotras también os ha pasado.
Desprende autoridad y dominación en todo momento, poder.
Por supuesto que también es obsceno y morboso en muchas ocasiones y me encanta, ja ja ja.
Ha despertado en mí sentimientos distintos pero, sin duda, hay uno que sobresale de todos: respeto.
Decidme, ¿vosotras también lo echáis de menos ya?
Contadme cosas, me gusta saber qué pensáis, ya sabéis que puede ser en privado.
El sexo es algo maravilloso, chicas ¡Desear no es malo!
Si quieres leer la primera entrevista puedes hacerlo AQUÍ
Si quieres leer la segunda entrevista puedes hacerlo AQUÍ