domingo, 27 de septiembre de 2015

SEXO SIN PROTECCIÓN, MITOS Y VERDADES





El deseo por disfrutar de practicar el sexo sin ningún tipo de protección, podría considerarse algo universal. Hombres y mujeres deseamos cuidarnos de embarazos no deseados o del contagio de enfermedades venéreas, pero también queremos hacerlo con total libertad y sin la incómoda interrupción de poner un condón o el recordatorio de ingerir una pastilla.

Partiendo de esta realidad y no de los argumentos que todos deberíamos conocer y tener en cuenta, presentamos estas aclaraciones de los mitos comunes sobre el sexo “rueda libre”:
Mito: la única manera de contraer enfermedades de transmisión sexual es a través del coito sin protección.

La verdad: Todas las actividades sexuales, incluido el coito, implican algún riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Mito: el sexo oral es el sexo más seguro

La verdad: Aunque el sexo oral es más seguro que la penetración vaginal o anal, igual tiene sus riesgos. Así, los virus que causan herpes, verrugas genitales y hepatitis se pueden transmitir a través del sexo oral.

Lo mismo ocurre con las bacterias de la sífilis, la gonorrea y la clamidia. Cuando se trata de la transmisión del VIH, la penetración anal es la de mayor riesgo, seguida de la penetración vaginal. Pero también se han identificado casos de infección por VIH durante el sexo oral.

Mito: si no usamos condón, siempre tendremos la pastilla ‘del día siguiente’

La verdad: esta pastilla se trata de un anticonceptivo de emergencia. Por lo tanto, no puede tomarse de forma regular. Se debe consumir en un lapso no mayor a las 72 horas después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección. 12 horas después de la primera dosis viene una segunda dosis.

Otro mito que siempre hay que despejar: no se trata de un método abortivo. Lo que la pastilla hace es alterar el moco cervical para evitar o enlentecer el transporte del semen donde se encuentran los espermatozoides, así los mismos morirán antes de que se produzca la fecundación. En caso de que ya se haya producido una fecundación, lo que hace este anticonceptivo es evitar la inserción del cigoto. El cigoto se forma al producirse la unión del espermatozoide con el óvulo. Si ese cigoto llegara al útero habrá un embarazo. En ese caso el anticonceptivo no interrumpe el embarazo ni afecta el feto. Tampoco protege de enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Mito: Retirar el pene de la vagina un instante antes de la eyaculación (coito interrumpido).

La verdad: El líquido preseminal, responsable de lubricar los conductos seminales antes de la eyaculación, contiene suficiente cantidad de esperma para fecundar un óvulo. A esto hay que añadir el riesgo de contraer alguna ETS, difícil de evitar sin usar condón.

Mito: Basarse en el calendario menstrual para tener relaciones sexuales sin protección.

La verdad: Los días antes de la ovulación son de menor fertilidad, pero el tiempo de vida de un espermatozoide en la vagina es de hasta siete días.

Mito: Hacer el amor de pie para impedir la fecundación del óvulo.

La verdad: ¿En serio hace falta explicar por qué esto es falso?









Fuente:Untiposerio

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